Comunidad: Latinos en suiza Que saber antes de emigrar, vivir y trabajar en Suiza

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No solamente el idioma o el clima son temas a los que hay que acostumbrarse al llegar a Suiza, sino también la cultura. La cosmovisión de los suizos no siempre es bien comprendida desde lo latino. Para no fracasar en el intento, aquí les entrego una pequeña guía de este encuentro cultural.

Grossmunster en Zurich, Suiza.
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Grossmunster en Zurich, Suiza. Foto: Balint Koch www.balint-foto.com (CC BY-SA 3.0 unported - cropped)

17. August 2013
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Si vive en Suiza o quiere viajar a ella es importante tomar en cuenta los códigos culturales que el país helvético posee para no mal interpretar este encuentro. Lo primero que hay que aclarar es que todo depende del lugar en el que se encuentre en Suiza. En la Confederación Helvética existen 4 idiomas oficiales (3 latinos y 1 germánico) que definen la cultura, muy diversa entre ellas.

Yo me voy a referir a la Suiza alemana, culturalmente orientados hacia Alemania, aunque se definen suizos por hablar dialectos alemanes que se distinguen del idioma alto alemán. La diferencia se podría resumir en que los alemanes no entienden fácilmente los dialectos, además que cada ciudad le hace los cambios necesarios que los hace reconocibles por zonas.

Bueno ya estamos en el idioma. El primer consejo es aprender el alemán y luego, si les da la energía, intentar con el dialecto. La base del alemán ayuda con el tiempo a comprender el idioma hablado. El dialecto no se escribe, por lo tanto, no se puede aprender en la teoría porque no se ve escrito en ningún papel. Colocar la oreja es básico, entender primero, acostumbrarse a su pronunciación, y luego podrás escuchar en dialecto y contestar en Alemán. Todos los suizos entienden el alemán, aunque no les gusta mucho hablarlo.

Es difícil, el idioma no se maneja de un día a otro, principalmente porque se aprende un idioma que no se escucha en la calle. Esto sumado a que los latinos tenemos algún grado de miedo al ridículo, nos dificulta avanzar, pero es la única manera de aprenderlo.

Uno de los mal entendidos más frecuentes es el trato al hablar. Cuando se comienza a hablar el alemán es más fácil conjugar los verbos desde la segunda persona en singular, es decir desde el tú, que desde las formas de respeto. Sin embargo, los suizos acostumbran a tratarse de forma natural desde el usted, de forma respetuosa, hecho que desde lo latino parece algo ficticio, pero no es así.

Al saludar, aunque sean cercanos, siempre va la mano primero, y el movimiento va hacia afuera. Lo del beso en la mejilla no es usual. Si por desconcentración se te pasa, te darás cuenta inmediatamente por la rigidez del o la besada.

Siempre hay que agradecer, lo máximo posible, en toda situación. En el supermercado, en el banco, o si alguien hace algo por ti. Es algo que importa mucho, inentendible a veces, pero no hay que entender, solo aceptar las costumbres.

Los horarios. Aquí está la esencia de lo suizo. No llegar nunca tarde. Estar siempre cinco minutos antes, aunque en caso de una invitación a comer, no toques nunca la puerta un segundo antes. Al principio cuesta, pero luego será natural. El ser humano es de costumbres, y es algo que se aprende tarde o temprano. Todos y todo funciona así. Cuando ya no te moleste, ya habrás llegado definitivamente al país.

En fin, hay mucho más que podríamos decir, pero lo vamos a dejar para otra vez. No te olvides que son solo apreciaciones subjetivas de este escritor. No pretendo sostener verdades absolutas, sobre todo cuando las generalizaciones culturales siempre dejarán a muchos afuera, pero para hablar de ellas no queda otro camino que englobarlas.

Jorge Molina